Pesadillas
Las pesadillas son sueños de contenido terrorífico que ocurren durante el sueño MOR. Estas ensoñaciones que causan miedo en el sujeto, van acompañadas de un incremento de la actividad del sistema nervioso autónomo, aunque menor si este se compara con el incremento observado en aquellas personas que sufren terrores nocturnos, en el caso de las pesadillas, el despertar se genera por completo. Una vez despierta la persona, es capaz de contar con detalle el contenido específico. Se producen a cualquier edad, aunque son más comunes en la infancia, especialmente entre los tres y los seis años. En el caso de los niños la frecuencia por sexo es igual, mientras que en los adultos más frecuente en mujeres. Uno de los síntomas más característicos es la ansiedad, que va acompañada de una reacción motora brusca que puede provocar el despertar en el niño. Una vez despierto, el niño presenta un contacto normal con la realidad y tiene la sensación de haber soñado con una amenaza inmediata. La ansiedad tiende a desaparecer rápidamente. Entre los posibles factores causales, se ha observado que situaciones de estrés aumentan la frecuencia y severidad de las pesadillas.
Terrores nocturnos
Los terrores nocturnos son ensoñaciones terroríficas, que suelen producirse en el primer tercio de la noche, en las fases III y IV del sueño. El trastorno se caracteriza por episodios de ansiedad y temor intenso en los que el niño se despierta de forma brusca, habitualmente gritando y llorando. Además, la ansiedad se acompaña de taquicardia, sudoración, dilatación de las pupilas, enrojecimiento de la piel y aumento del tono muscular. Cuando aparece, el paciente llega a sentarse en la cama sin responder a estímulos externos. Cuando se despierta, no suele recordar lo ocurrido.
Presentan las siguientes características:
-Después de 20 minutos, el niño vuelve a dormirse de nuevo.
– Son más frecuentes en niños que en adultos.
– Suele aparecer entro los cuatro y los doce años y desaparece en la adolescencia. Por lo que respecta a la distribución por sexos, es más frecuente en mujeres que en varones.
– Podría tener una base hereditaria.
– Ante mayor estrés y fatiga, mayor probabilidad de que aparezcan.
Tratamiento de pesadillas y terrores nocturnos:
En primer lugar, se ha de evaluar es la conducta de vigilia del paciente, ya que en algunos casos puede existir alguna conexión entre esa conducta y la presencia de estos trastornos del sueño. En relación a las técnicas de tratamiento, es recomendable asistir al especialista en psicología y psiquiatría.
Referencia Bibliográfica:
Buela-Casal, G. y Navarro, J.F. (1990). Avances en la investigación del sueño y sus trastornos. Madrid: Siglo XXI
Buela-Casal, G. y Sánchez, A.I. (2002). Trastornos del sueño. Madrid: Ed. Síntesis.
PREGUNTAS FRECUENTES DE NUESTROS PACIENTES
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