Hoy 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger que, actualmente, se contextualiza dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA).
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
Es un trastorno del neurodesarrollo que provoca dificultades en la comunicación e interacción social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Sin embargo, su lenguaje es fluido y tienen una capacidad intelectual media, o incluso superior a la media. Además, pueden ser extremadamente sensibles a algunos estímulos del ambiente, como ruidos, olores, luces…
¿Cómo piensa una persona con Síndrome de Asperger?
- Tiene una forma de pensar rígida y concreta, que le permite ser más eficaz en tareas que requieran un alto nivel de detalle.
- Es muy fiel a las rutinas, le proporcionan seguridad. Les cuesta adaptarse a cualquier pequeño cambio.
- Suelen tener intereses restringidos, temas sobre los que se obsesionan. Además, se fijan en los detalles y les cuesta ver lo general.
¿Qué dificultades encuentran en las relaciones sociales?
- Les cuesta trabajo entender qué puede estar pensando y sintiendo otra persona, y también expresar sus emociones.
- Les cuesta entender las normas sociales “no escritas” (por ejemplo, mirar muy fijamente a alguien, no respetar el espacio personal de otra persona…)
- No les gusta el contacto físico con el otro.
- Quieren relacionarse y no saben cómo, y pueden llegar a sentirse muy solos.
¿Cómo se comunican?
- Tienen dificultad para entender el lenguaje no verbal
- Entienden el lenguaje de forma muy literal, según el significado exacto de la palabra, y no entienden ironías, bromas, metáforas o sarcasmos
- No se sienten cómodos teniendo conversaciones superficiales, les gusta hablar de sus temas de interés y suelen tener dificultades para saber cuándo terminar. Además, emplean un lenguaje muy técnico y preciso que puede resultar pedante para las personas de su alrededor
¿Cuáles son sus fortalezas y cómo podemos ayudarles?
- Tienen una memoria excelente y mucha capacidad para centrarse en un tema e investigar al detalle. Les ayuda a relacionarse si se les pregunta por los temas que les interesan.
- Son muy rigurosos con las reglas: siguen instrucciones de forma precisa y tienen un alto sentido de justicia. Es importante preguntarles como viven ellos esas reglas y como creen que pueden comprometerse a la hora de alcanzar los objetivos que se proponen.
- Son personas que por sus características, cada interacción social les cuesta sobremanera. Una forma de valorar ese intento de interacción es empatizar con ellos y valorar ese acercamiento, otra forma es hacer explícito algún concepto social que, aunque parezca obvio, les facilita la convivencia.
- Son personas que les ayuda a tener una rutina, para mantener las cosas bajo control. Es importante en este punto no juzgarles e incluso no obstaculizar esas rutinas, adaptarnos a ellas.
“Lo menos que podemos hacer, en servicio de algo, es comprenderlo”.
José Ortega y Gasset.
Itziar Ortíz de Solorzano Navarro
Psicóloga General Sanitaria.