El duelo es una constante a lo largo de la vida. A medida que las personas crecen, se van desarrollando diferentes vínculos emocionales con personas, lugares, animales, objetos… Los cambios de etapas, traen irremediablemente consigo una pérdida, y es ahí cuando se empieza a realizar un proceso de duelo. Durante todo el recorrido vital, son muchas las ocasiones en las que las personas tienen que hacer frente a duelos, desde un cambio de colegio o una mudanza, hasta un divorcio o un fallecimiento son vivencias que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas y pueden causar un estado emocional alterado. Es entonces cuando se comienza a vivir el “duelo”, que es el proceso adaptativo que comienza para hacer frente a la pérdida de un vínculo afectivo para, posteriormente, reponernos y salir fortalecidos.

Dentro de este proceso, hay una serie de etapas que hay que  ir superando. El orden y la intensidad de cada una de ellas, dependerá de la persona, pero sí es importante poder elaborarlas todas para seguir avanzando y no quedarse bloqueado en ninguna de ellas. Las tareas a las que es importante hacer frente son las siguientes:

¿Cómo podemos hacer para afrontarlo mejor?

Una de las herramientas clave a la hora de afrontarlo es compartirlo. Hablar de lo que sentimos, de lo que echamos de menos, del dolor y de la pena hace que sea más fácil sobrellevar la pérdida. Es importante también establecer metas nuevas y relaciones a nivel personal, no dejar de lado nuestra vida sino seguir avanzando.

¿Cómo identificar cuando una persona está viviendo un duelo complicado?

Hay que estar especialmente atentos a las señales que alertan sobre la presencia de un duelo complicado, tanto en uno mismo como en alguien de tu alrededor. Hay diversos indicadores que informan que algo no está siguiendo el proceso “normal” de duelo. Entre otras cosas, cuando la persona tiene un estado emocional alterado, llegando a perturbar el ritmo funcional de su vida y trae consecuencias negativas para él, o cuando se descuida el autocuidado, o cuando existe un nivel de ansiedad muy elevado que afecta en diversas áreas de la vida de la persona.

Ante estos casos, lo mejor es pedir ayuda para poder elaborar el duelo de forma correcta y aprender a vivir con la pérdida. Sobre todo, es importante tener en cuenta que superar no significa olvidar.  

 

Itzíar Ortíz de Solórzano Navarro

Psicóloga General Sanitaria Ciprea Integral

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