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Como padres de las generaciones actuales, os enfrentáis al reto de  cómo educar a vuestros hijos en un contexto tecnológico muy distinto al que fuisteis educados, y ante éste surgen innumerables dudas e incertidumbres: ¿Es bueno que le compre a mi hijo de X edad un móvil? ¿Son peligrosas las nuevas formas de comunicación en manos de niños o adolescentes? ¿Resultará positivo para mi hij@ que yo tenga un control sobre su uso de internet, teléfono móvil o aplicaciones como whatsapp? ¿Le puedo comprar a mi hijo este videojuego aunque sea para mayores de 18? ¿Cuánto tiempo es recomendable que pase un chico jugando a videojuegos o con el móvil?…

Ninguna de estas preguntas tienen una respuesta clara e incondicional, pero a continuación se desarrollan unas pautas que pueden servir de ayuda u orientación cuando nos enfrentamos a este reto.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que la tecnología es otro ámbito más en el que vuestros hijos deben desarrollarse y aprender. Actualmente, resultaría imposible mantenerles al margen del uso de cualquier tipo de tecnología, pues no solo es utilizada por sus amigos y compañeros, sino que también se emplea en las aulas en el contexto académico.

La tecnología es algo que usarán en el futuro, como la lengua y las matemáticas, y así como estas dos últimas se aprenden practicando, no se puede aprender a usar la tecnología de forma responsable si no se está en contacto con ella.

Por otra parte, al igual que no es positivo tratar de aislar el chico o chica de la tecnología, tampoco es positivo permitir su uso al libre albedrío, pues como ya sabemos, esto implica riesgos no deseamos.

La virtud, como siempre, está en un término medio entre el libre albedrio y el control absoluto. La clave es la supervisión. Consiste en actuar como un guía, un orientados en el uso de las nuevas tecnologías. Como padres, es bueno conocer el uso que vuestros hijos hacen de las nuevas tecnologías a la vez que se les permite un espacio para la independencia y la intimidad. La mejor manera en la que podemos hacer esto es mostrando interés por lo que a vuestro hijo le interesa, preguntarle por sus juegos, por sus aplicaciones, por los amigos con los que chatea (y no tanto el contenido de lo que chatea con ellos) e incluso mostrarse ignorante respecto a las cosas que desconocemos como nuevas aplicaciones etc. Preguntar desde ese interés genuino y dejar que el/ella nos enseñe hará que como padres podáis permitiros el advertirle sobre ciertos peligros o hacer determinadas restricciones.

Algunos métodos que pueden ayudar a supervisar el uso de la tecnología pueden ser:

No se debe acoger como un fracaso el hecho de que vuestro hijo lleve a cabo alguna conducta imprudente a través de las nuevas tecnologías, o que no nos cuente nada de lo que hace a través de ella. Lo importante es tenga la seguridad y confianza suficiente como para acudir a sus padres cuando le pase algo malo, se meta en algún lio y no sepa que hacer. Es importante tener en cuenta, que si en algún momento vuestro hijo acude a vosotros en busca de ayuda en este sentido, la respuesta más adecuada en el momento debe ser una que le dé a entender que sus padres va a estar ahí para ayudarle y que puede confiar en ellos. Hay que evitar gritos y broncas y posponer los posibles castigos en para otro momento, de lo contrario, la próxima vez que vuestro hij@ se meta en algún lio será menos probable que acuda a vosotros para contároslo.

Algo a tener en cuenta respecto al uso de los las tecnologías por parte de los niños y adolescentes es, que a diferencia de las generaciones anteriores, la tecnología adquiere una gran importancia para el desarrollo de la socialización. Los amigos de vuestros hijos y vuestros hijos poseen una interacción social que no finaliza cuando salen del colegio o instituto, sino que continúa durante todo el día a través de las redes sociales, con la ventaja de que la socialización es más fácil y accesible para todos y la desventaja de que quedan expuestos a riesgos como el ciberbullying. Pero recodemos que si tratamos de aislarles de estos riesgos también le estaremos aislando socialmente. De ahí que la clave sea ayudarles a aprender a hacer un buen uso de estas técnicas.

Como padres conviene que estéis preparados para adaptaros a las necesidades de vuestro hijo según su edad. Quizás al principio, el chico o chica requiera más supervisión, estar más controlado, que haya más restricciones, pero con el paso del tiempo éstas se deben ir retirando para dar paso a una etapa de mayor autonomía e intimidad.

Por último, el móvil, el ordenador los videojuegos… son cosas que también podemos usar como medio para enseñarles y educarles en otros aspectos de la vida. Por ejemplo, se pueden usar para mostrarle a vuestro hijo que no siempre se puede tener todo lo que se quiera (en vez de comprarle el móvil de última generación es bueno comprarle un móvil más económico con el que empiece a aprender, es una buena oportunidad para distinguir entre lo que quieren y lo que necesitan). También se le puede enseñar que las cosas hay que ganárselas. Se pueden poner condicionantes como “solo si tienes los deberes hechos puedes jugar con la consola”. Se puede enseñar también a ahorrar, puesto que la tecnología suele ser cara, se le puede recompensar económicamente por las cosas que haga bien y que él/ ella lo vaya ahorrando para comprarse el aparato previamente acordado.

 

Irene Alonso Martínez

Psicóloga General Sanitaria y formadora en  Clínica Ciprea.

Especialista en infancia, adolescencia y Terapia de Familia

 

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