La defensora del Pueblo, Soledad Becerril, cree que la «relativa frecuencia» de las quejas de padres de menores por el modo en que se gestionan los casos de acoso escolar en los centros podría reducirse mediante una mayor (o más adecuada) participación de los progenitores de la víctima en el proceso, según explica en el ‘Informe Anual 2014‘.
«La relativa frecuencia de quejas en la materia y la constatación posterior de que, en la mayoría de las ocasiones, la forma en que se abordan estas situaciones por los centros y la administración educativa es correcta, llevan a concluir que quizás sea insuficiente o inadecuada la participación que se da a los padres denunciantes», indica en el documento.
Asimismo, señala como otra causa posible un problema de información acerca de los procedimientos de investigación emprendidos por el centro en respuesta ante un posible caso de acoso escolar o las medidas de seguridad adoptadas al respecto.
Becerril se refiere así a las quejas recibidas a lo largo del año por parte de padres que, tras haber realizado una denuncia ante el órgano de gobierno de su centro escolar por un presunto caso de acoso, dicha protesta «no había dado lugar, a su juicio, a actuaciones eficaces para poner fin a la situación, corregir las conductas en su caso sancionables y evitar la reproducción de episodios sucesivosLa defensora del Pueblo, Soledad Becerril, cree que la «relativa frecuencia» de las quejas de padres de menores por el modo en que se gestionan los casos de acoso escolar en los centros podría reducirse mediante una mayor (o más adecuada) participación de los progenitores de la víctima en el proceso, según explica en el ‘Informe Anual 2014‘.
«La relativa frecuencia de quejas en la materia y la constatación posterior de que, en la mayoría de las ocasiones, la forma en que se abordan estas situaciones por los centros y la administración educativa es correcta, llevan a concluir que quizás sea insuficiente o inadecuada la participación que se da a los padres denunciantes», indica en el documento.
Asimismo, señala como otra causa posible un problema de información acerca de los procedimientos de investigación emprendidos por el centro en respuesta ante un posible caso de acoso escolar o las medidas de seguridad adoptadas al respecto.
Becerril se refiere así a las quejas recibidas a lo largo del año por parte de padres que, tras haber realizado una denuncia ante el órgano de gobierno de su centro escolar por un presunto caso de acoso, dicha protesta «no había dado lugar, a su juicio, a actuaciones eficaces para poner fin a la situación, corregir las conductas en su caso sancionables y evitar la reproducción de episodios sucesivos
totalmente de acuerdo
¿cual seria la garantia de realizar un tratamiento como este para el acoso escolar?
Para que el tratamiento del acoso escolar sea efectivo, tiene que ir en dirección a la adecuada resolución de tres vías principales: en primer lugar y como factor principal, la concienciación del alumnado, que son el principal foco de refuerzo del problema, donde se ha de hacer una labor de explicación de lo que es el acoso y el poder de los testigos a la hora de frenarlo, en segundo lugar, la prevención dentro del centro escolar, donde los profesores y profesionales que trabajan en el centro han de estar alerta ante signos evidentes del acoso escolar y en tercer lugar, la familia, donde han de conocer de primera mano la presencia de acoso en sus hijos, tanto si estos son acosados como si son acosadores. Si estas tres vías están adecuadamente trabajadas, la garantía de mejoría de casos de acoso escolar, será muy alta.