Hay una serie de síntomas que sigue el proceso depresivo y que relataré a continuación:
- Retraso psicomotor: La forma de andar de la persona que tiene depresión, es pausada, lenta. Los movimientos parece que no terminan. El pensamiento es también lento y eso evidentemente, se refleja en el lenguaje, que tiende a ser escaso y arrastrando las preguntas. Cuando se pregunta algo a una persona deprimida, la respuesta requiere tiempo por su parte, de forma que las pausas o el intervalo entre las preguntas y las respuestas, suelen ser largas.
- Estado de ánimo: Es bastante habitual las “tres a´s”: anhedonia (deja de ser gratificante lo que antes lo era), apatía (tener una falta de motivación a la hora de hacer cosas), abulia (falta de energía para moverse). El estado de ánimo es triste y ante circunstancia donde normalmente se aliviaría la tristeza, no se observa una evolución. Es bastante frecuente, que las personas que se encuentren deprimidas, acaben evitando las situaciones sociales debido a ese estado de ánimo.
- Ansiedad: Tiene una comorbilidad (relación directa) con los trastornos del estado de ánimo. Suele aparecer como una agitación recurrente, dolor en el pecho, sensación de opresión y falta de aire. Normalmente, esta ansiedad va acompañada de agitación, con dificultad para relajarse, observándose en movimientos inquietos con las piernas, manos, dedos… teniendo dificultad incluso para concluir cualquier actividad que inicie.
- Irritabilidad: Ante un estado de ánimo ansioso y triste, aparece el de frustración por sentirse incapaces de salir de la situación en la que se encuentran, de ahí que aparezcan respuestas de irritabilidad frecuentes ante las personas de su entorno más próximo.
- Trastornos del sueño: Las personas que padecen trastornos afectivos, suelen tener dificultades a la hora de iniciar el sueño o mantenerlo, ya que son momentos donde no tengo estímulos donde pueda distraerme y puedo recrearme en pensamientos negativos acerca de mi situación. Es bastante habitual que debido a la falta del sueño por la noche, se compense el dormir por el día, por lo que se cambia por completo el horario del mismo.
- Cambios en el apetito: Ante la apatía, anhedonia, abulia y la falta de estímulos apetitivos que en ese momento la persona está padeciendo, es frecuente que aparezcan sensaciones de falta de apetito (por lo que es común una pérdida de peso significativa en personas que padecen este trastorno) o una ingesta de forma descontrolada de componentes calóricos (alimentos con contenido de azúcar), para compensar el bajo estado de ánimo a corto plazo , pero a largo plazo, unido al uso de determinados medicamentos antidepresivos, puede provocar un cambio en la imagen corporal de la persona, lo que puede afectar a su autoestima.
- Pérdida de interés sexual: Es bastante común en los trastornos afectivos. La falta de energía unida al uso de determinados fármacos antidepresivos, producen un aplanamiento afectivo y un descenso en el deseo sexual.
- Amenorrea: O interrupción de la menstruación en las mujeres. Es bastante común esta afección en trastornos del estado de ánimo y de ansiedad.
- Síntomas físicos: Es habitual en la fase depresiva, que puedan aparecer quejas recurrentes de dolores digestivos y cefaleas, debido a alteraciones psicosomáticas.
- Fallos en la memoria: Debido a una focalización en los pensamientos negativos de desesperanza acerca de la situación en la que se encuentran, las personas que padecen este tipo de trastornos, tienen dificultad para atender a cualquier otra cosa distinta a su problema, por lo que tienen problemas a la hora de recordar hechos recientes.