Dentro del Blog de CIPREA hemos tratado la importancia de que los niños mayores duerman solos. Podéis encontrar los detalles en el artículo titulado “Cada uno a su cama y Dios a la de todos”. En el presente artículo se van a presentar una serie de pautas a tener en cuenta cuando queremos lograr este objetivo, evidentemente serán acciones que debemos adaptar a la situación de cada niño. Algunas preguntas que debemos hacernos antes de empezar son: ¿qué es lo que le dificulta el dormir solo?, ¿Concilia el sueño el solo?, ¿tiene una rutina de sueño?, ¿Tiene miedo a los monstros?, ¿Cuántos días de la semana duerme con los padres?, ¿Se trata de una excepción o en realidad es algo frecuente?. En función de todas estas cosas debemos adaptar las pautas que se enumeran a continuación

Nuestro objetivo es poder ir, darle un beso de buenas noches y dejar que se duerma solo.

En todo este proceso debemos estar muy pendientes de escuchar las necesidades del niño y no tanto las nuestras y valorar en qué medida la dificultad del niño para separarse de nosotros durante la noche es un reflejo de nuestra propia dificultad para separarnos de él.

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