La conciliación: 7 claves para cuidar tu familia y tu trabajo
La relación entre el mundo personal y el mundo profesional ha ido evolucionando a lo largo de los años según han ido sucediendo importantes cambios en nuestra sociedad: la globalización, la incorporación de la mujer al trabajo, la crisis….
Tanto las madres como los padres de hoy en día se enfrentan a un gran reto a la hora de establecer los límites entre la familia y el trabajo. Las generaciones de ahora han heredado un modelo en el que el padre de la familia actuaba como proveedor y la madre como cuidadora principal. Hasta hace pocos años, cada uno tenía claro cuál era su rol y se mantenían al margen de desempeñar el rol del otro progenitor.
En las familias contemporáneas, el modelo “yo Tarzán, tu Jane. Yo cazar, tu cocinar” ha dejado de ser útil. A los padres de hoy en día, sus propios padres no les han transmitido un ejemplo de padre presente en la familia, encargado del cuidado de los niños y co-responsabilizado con su pareja de las tareas del hogar. Al no contar con ese modelo les toca aprender de forma autodidacta cómo gestionar, como hombres, estas cuestiones. Igualmente, las madres no tienen un modelo de mujer integrada en el mundo laboral y tienden a cargar, consecuentemente con una gran culpabilidad: por no poder dedicarse adecuadamente al cuidado de la familia y a la vez tampoco desarrollar al máximo su carrera profesional.
Las políticas de conciliación familiar son una de las cuestiones que más tienen en cuenta los españoles a la hora de votar a sus políticos (o no votar). Si bien es cierto que se han producido cambios en este sentido, la conciliación familiar todavía precisa de un consistente marco legal con medidas adaptadas a hacer más posible que tanto hombres como mujeres puedan desarrollar su vida profesional y familiar.
Es numerosas ocasiones, la conciliación es verdaderamente compleja: horarios de trabajo, incompatibilidades con las rutinas escolares, presión dentro de la empresa por sacar el trabajo adelante, necesidad simultanea de un sustento económico y afectivo para la familia… Siento conscientes de ello, muchas empresas emprenden iniciativas para conciliar la vida familiar y laboral que van más allá de las propuestas establecidas con el gobierno, por ejemplo: organizar el “día de las familias” en la empresa, realizar actividades con los hijos de los empleados en días no lectivos pero laborables, servicio de guardería, teletrabajo… Todas estas iniciativas facilitan el cuidado de la familia mientras que simultáneamente permite la dedicación al trabajo. Sin embargo, “no es oro todo lo que reluce”. Trabajo y vida familia, al encontrarse físicamente unidas en el mismo espacio físico y temporal corren el riesgo de diluirse y desdibujar los límites.
La conciliación significa que tu familia y tu vida personal te permitan desarrollarte en el ámbito profesional y respeten este aspecto, y que, simultáneamente, tu trabajo te permita dar un cuidado y un tiempo de calidad a tu familia. Sin embargo, la idea que se nos vende es que: conciliar consiste en meter tu familia en tu trabajo y tu trabajo en tu familia. Por todo ello proponemos algunas claves o ideas para favorecer una sana separación familia- trabajo
- Separar tiempos y espacios: dedicarle el tiempo del trabajo al trabajo y el tiempo en familia a la familia. Es recomendable dejar el ordenador, el móvil del trabajo o cualquier otro material con el que trabajemos en el lugar de trabajo. Esto nos ayudará a poner límites, a ser productivos en el trabajo y a dedicarle tiempo de calidad a nuestra familia sin interferencias. Muchas veces existe la necesidad de llevarse trabajo a casa, en ese caso, tenemos que delimitar muy bien qué tiempos vamos a dedicarle al trabajo. Hay que tener claro que nunca se va a poder acabar todo el trabajo que tenemos, por lo que en algún momento tenemos que marcar la finalización de la jornada laboral.
- Desconectar de vez en cuando: debemos de encontrar tiempo para descansar, tanto durante el periodo laboral: tomar un café, comer con los compañeros… como fuera del horario laboral: haciendo relajación, ocio y otras actividades que no tengan nada que ver con el trabajo. Cuanto más descansados estemos más capaces seremos de dar nuestro 100% en ambas áreas de nuestra vida.
- Respecto a la culpabilidad, en vez de machacarte con la idea de que no pasas tiempo con tus hijos, piensa en cómo se beneficia tu familia de tu trabajo: la posibilidad de desarrollarte personalmente hará que tu familia tenga un papá o una mamá más feliz, asimismo podrás brindar gran cantidad de oportunidades educativas a tus niños y además se les estará transmitiendo un modelo de esfuerzo y trabajo.
- Vence los prejuicios: en muchas ocasiones dentro de las empresas está mal visto que los padres aprovechen por completo su baja paternal o busquen reducir su jornada para cuidar se sus hijos. Cuantos más hombres haya solicitado estas medidas de conciliación menores serán los prejuicios contra ellas.
- Sé creativo en la forma de conectar con tus hijos y tu pareja en su día a día. Es importante que sientan que estás con ellos, aunque no lo estés físicamente. Si el niño aún es bebé, una buena idea es grabarte en vídeo hablando, cantando o leyendo un cuento. Si sabes que vas a llegar tarde o no podrás asistir a un evento de tu hijo mayor escríbele una nota deseándole suerte o un buen día. Asegúrate también que alguien grabe el evento para poder verlo más tarde y comentarlo con él/ella. Otra opción es llamar a los niños o tu pareja durante tus descansos en el trabajo, escuchar cómo ha ido su día, y consolarle si tiene alguna preocupación. Sin perder de vista, claro está, que esto no puede ser el sustitutivo de un contacto cara a cara.
- Respecto a la relación de pareja, una cuestión que hace mella es ocultar la situación en la que estamos en el trabajo o generar expectativas que no podemos cumplir. En muchas ocasiones puede resultar fácil utilizar como escudo la excusa de que este volumen de trabajo es temporal cuando sabemos que no es así, o por lo menos cuando no sabemos en qué momento puede acabar esta etapa. Es importante que tu pareja conozca igual que tú las fechas del pico de trabajo o tu incertidumbre sobre cuándo puede acabar. Si hombre y mujer van a tomar el mismo rol en cuento al trabajo y el cuidado es esencial que haya una fluida comunicación y coordinación entre ellos para que sus acciones no se solapen sino que se complementen.
Merece también evaluar si no nos refugiamos en el trabajo de conflictos familiares. Cuando sientas que prefieres estar en el trabajo a estar en casa haz que salten tus alertas y ponte manos a la obra para poder solucionar el problema. Al fin y al cabo, si el hogar deja de ser el lugar dónde nos refugiamos y pasa a ser el lugar del cual nos refugiamos estaremos perdiendo una parte inmensamente importante de nuestra vida.
Psicóloga General Sanitaria y formadora en Clínica Ciprea.
Especialista en infancia, adolescencia y Terapia de Familia
PREGUNTAS FRECUENTES DE NUESTROS PACIENTES